A veces
me quedo pegado mirando una ampolleta
–
y se me viene la visión
de que era muy fácil poseer cosas.
–
Tomaba el auto y partía a un Mall,
compraba ampolletas,
–
Hoy eso es tan lejano.
–
Ya ni recuerdo cuando
pude comprar la última.
–
Pero aun cuan difícil,
He aprendido que tan sólo una ampolleta basta,
–
Y si no es posible encenderla,
lo bello que nos rodea
sigue existiendo entre las sombras,
–
iluminando estos ojos
otrora encandilados
por ampolletas incandescentes.