Federico se reencarnó en mí
más en el paso, olvidó como escribir.
–
Andanadas sacuden mi cabeza.
Balas lacerantes encarnadas en mi piel.
–
Federico se reencarnó en mí
más en el paso, olvidó como escribir.
–
Repite burdas palabras.
Se obsesiona por el entender y el no entender
–
Quédate,
Quedémonos.
Nueva York es el lugar.
–
Ahí está el Verso.
Las que vomitan,
Los que orinan.
–
Ahí la muerte se ausenta.
–
Tú lo escribiste.
¿Lo entiendes tú?